Northwest Passage Adventure: Frío y muerte en el paso del noroeste

miércoles, octubre 17, 2012

Hola,

Me llamo Roald Amundsen
Espero que alguien lea estas palabras. No estoy seguro, porque estamos cobijados en una cueva, a varios kilómetros de nuestro barco, varado en una playa helada. Helada. Helada. ¡Helada!

Dicen que el infierno es un lugar muy caliente - ¡pero quienes dicen eso no tienen ni idea! ¡El verdadero dolor viene del frío! - se mete en tus huesos, te cala, te congela, y después, te mata; con dolor, con saña.

Escribo estas líneas mientras buscamos algo para mantenernos vivos. Escribo estas líneas porque si nos mantenemos vivos, quiero mantenerme cuerdo también. Frío, blanco, frío, blanco, allá donde miro, un infierno blanco. Nadie habla. No queremos malgastar aliento, no queremos añadir más superficie de contacto. Frío, blanco,frío.

Me llamo Roald Amundsen. Soy el líder de una expedición en la que, como tantos otros exploradores, nos hemos propuesto descubrir el Paso del Noroeste. Navegamos desde las costas del Atlántico a las del Pacífico, esperando encontrar una ruta marítima que nos permita conectar Asia con Europa más rápidamente.
Pero no estamos solos - varías expediciones están intentando hacer lo mismo a la vez - así tendremos compañía en el infierno. Infierno blanco, frío blanco. Huesos calados, tentación de cerrar los ojos y no despertar nunca jamás.

¡Hemos de proseguir!, sin embargo. Por la Ciencia. Por Suecia, aunque a lo mejor nuestros conciudadanos han ganado la independencia ya y ahora son Noruega. Por Suecia, o por Noruega. Por orgullo. Para no morir. 

Setup inicial del tablero para 2, 3, y 4 jugadores, respectivamente

Sabemos que la expedición tiene una longitud determinada (24 filas), pero nuestra visibilidad es muy reducida hasta que no nos acercamos al horizonte. Perseguimos el horizonte. Hasta que no nos acercamos hasta 3 filas o menos, no vemos lo que viene a continuación. En cada una de nuestras semanas (turnos), podemos movernos más o menos según el terreno que el barco recorra; si lo máximo que podemos hacer es desplazarnos por cuatro zonas (casillas) de mar despejado, las islas de tierra nos cuestan el doble, la nieve el triple, y los icebergs el cuádruple.
Casillas de izquierda a derecha: agua, tierra, nieve, iceberg, tierra con tesoro, agua
Y tras movernos, nos paramos a descansar y recuperar calor por varios días, pero entonces, el resto de las expediciones paran de descansar, y ejecutan sus movimientos ¡Movimientos sin sentido! Avanzando en el infierno blanco en vez de buscar una forma de sobrevivir. ¡Huid mientras podáis!

¡Huid! ¡Huid, mientras podáis!
El infierno es la rivalidad. Dije antes que era bueno no estar solo - no congelarse solo - no morir solo. Pero no es verdad. ¡La competición es despiadada! Cuando un barco ha abierto una ruta, el resto de los barcos puede aprovecharse de lo mismo - aunque meterse en la ruta de un rival cuesta lo mismo que sobrepasar una isla de tierra, después, es todo mucho más cómodo. Muchas veces he notado que cuando un barco acaba su semana justo detrás de otro, recibe capacidad extra de movimiento - hasta dos casillas de agua sin obstáculos o una de tierra.

El infierno somos los demás. Oh, es cierto, el infierno es frío y blanco, y congelado, y huele a muerte, excepto que no huele, porque es imposible oler nada con la nariz congelada. Pero el infierno también son los demás. En vez de viajar todos juntos, vamos metiéndonos en las rutas de los demás barcos. En vez de ayudar, competimos. En vez de alegrarnos de que un barco pueda aprovecharse de la ruta que hemos trazado, podemos gastar tres cuartas partes de una semana en juntar hielo y nieve, formando un iceberg justo detrás de nuestro barco, para dificultar la tarea de nuestros rivales.

El infierno somos los hombres civilizados. En estas tierras viven esquimales, y nos aprovechamos de su sabiduría. No saben que cuando esta ruta quede abierta al tránsito, su modo de vida desaparecerá. No importa - si visitamos una zona en la que viven los esquimales, aprendemos cosas, a veces muy útiles, a veces sólo útiles a secas. A esas cosas que aprendemos las llamamos tesoros. Tesoros, como si fuéramos piratas y estuviéramos en el caribe, bien calentitos. Cada expedición es capaz de tener a la vez tres tesoros como máximo, y sólo puede usarse uno por semana; pero es demoledor para la competencia. El infierno somos los demás.
Cartas de tesoro y símbolos de en qué te ayudan

Cada una de estas expediciones tiene un líder  con su propia habilidad. Estas habilidades a veces ayudan a avanzar mejor, pero la mayor parte de las veces, las usamos para fastidiar a los demás. 

Distintos líderes, cada uno con su icono especial debajo

Tengo los dedos congelados, pero parece que hemos encontrado con qué hacer fuego. ¡El infierno puede esperar un día más! No se va a mover de donde quiera que esté. Pero nosotros, tampoco nos moveremos.
Atravesaremos el Pasaje. El Pasaje del Noroeste.

El infierno son los demás

2 comentarios:

  1. Que ganas de jugarlo me da leerte.

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  2. Gracias :) La parte de la historia siempre me parecia menos popular :P

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