Seguro que todos me conocéis, soy Málaga Yones, primo del famoso arqueólogo. Mi primo se dedica a hacerse rico a base de saquear los tesoros de civilizaciones desaparecidas, y de paso, ligar con toda chica que se ponga por delante.
Yo, me temo que soy más prosaico. Me dedico a hacerme rico cogiendo, directamente, gemas preciosas que luego vendo al mejor postor. Todo esto para intentar también ligar algo, pero nunca consigo nada de nada (¿y esa chica de la foto?, me preguntaréis... ¿Veis su pierna? ¡Estaba a punto de pegarme una patada!). Aún así, es de las veces que he estado más cerca de una chica ahí abajo, en las profundidades de la mina. Patético.
Quizá influya que no soy muy bueno cogiendo las piedras preciosas. De hecho, ¡siempre se me derrumba la mina encima! Por eso, a un calvito como yo no le queda otra que llevar sombrero. También me huele el aliento. Y soy maleducado y desagradable, y me gusta beber whisky para desayunar.
En fin, soy un despojo humano. Mi única posibilidad de conocer a alguien en esta vida es ser más rico que el más rico. Os voy a explicar cómo funcionan las cosas ahí abajo, a ver si me podéis ayudar.
Las minas
A rellenar mi cajón |
Hay un total de cinco minas a explorar. El objetivo es sacar el mayor número de diamantes posibles: el que lo consiga podrá decir que habrá cumplido el objetivo de tener la mayor de las fortunas.
¿Cómo se consiguen los diamantes?
¿Cómo se consiguen los diamantes?
Las minas se exploran sección por sección: vamos nosotros caminando y diciendo "a ver qué nos deparará este habitáculo". Sabemos que en cada sección puede ocurrir lo siguiente: o sacamos diamantes o sacamos un peligro. Si sacamos las ansiadas riquezas, las repartimos equitativamente entre los exploradores que aún estemos en la mina, y las que sobren se dejan en esa sección. Por ejemplo, si somos cuatro exploradores y hay 15 gemas, repartimos 3 a cada uno y se quedan otras 3 en la sección.
(Nunca he entendido esto de la sección: yo siempre me ofrezco a guardarlas en mis bolsillos, pero por alguna extraña razón, siempre me dicen que no).
Si sale un peligro, entonces es que algo malo ha ocurrido en la mina. Hay cinco clases de peligros, desde serpientes hasta derrumbamientos... ¡Todos son horrorosos! Si aparece dos veces el mismo, la mina se vuelve intransitable y hay que salir corriendo, perdiéndose todos los diamantes que se llevaran acumulados y que no estuvieran a buen resguardo en el vagón. Se viene abajo, y nosotros dentro.
¿Quedarse o salir?
Después de explorar una sección, todos los exploradores decidimos a la vez si continuar o no. Los que continúen permanecen en el juego, los que decidan salir, pueden repartirse entre ellos los diamantes que sobraron y quedaron en las secciones ya visitadas. Después de eso, aseguran esos diamantes que acaban de recoger y los que llevaran acumulados hasta el momento, aunque la mina se derrumbe. Esos ya los pueden meter en su vagón y ya serán suyos hasta el final de la partida. Estarán preparados para volver a adentrarse en la siguiente mina.
Por tanto, la clave de explorar es decidir si salir o no. Yo personalmente, siempre salgo en cuanto puedo, ¡no querréis que me tenga que enfrentar yo solo a una serpiente o algo peor! Extrañamente, no sé si esto tendrá que ver con que nunca consiga sacar los preciados tesoros de las minas... ¡Al menos salgo yo! Igual de maleducado, eso sí, igual de despreciable, igual de despojo humano, y lo que de verdad me aturde, ¡sin comerme un rosco!
De una mina a otra
Cuando una mina se ha derrumbado o todos los exploradores me han imitando y han salido corriendo, pasamos a la siguiente. Hay que tener en cuenta que si la mina anterior se volvió intransitable, el peligro que lo provoca no es tan probable en la nueva mina. No sé qué extraña ley de la Física interviene, ¡pero es así! Los estudiosos dicen que hay tres copias de cada peligro en el mazo de las minas, y que cuando un peligro provoca el cierre de una de ellas, se retira una copia de ese peligro para el resto de la exploración.
Conclusión: Necesito el dinero
De verdad. De verdad de la buena. ¿Me ayudáis a conseguirlo? Necesito diamantes, riqueza, más riqueza. Para ello, ¿Os importaría avanzar vosotros más alla del repugnante escorpión feo ese? Por favor, recordad que lo que recojáis es para mi, no para vosotros, que por algo me tendré que hacer querer...
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