Introducción
Dime de dónde vengo y te diré a dónde voy... Os podéis preguntar cómo hemos conseguido crecer llegando a los miles de billones, expandirnos aguantando casi cualquier intemperie, tener una organización casi perfecta. Pues bien, el éxito de nuestra familia, generación tras generación, pasa a través de la unión; unidas atravesamos el pasado, y unidas vamos formando los senderos de nuestro presente; presente que nos va encaminando al futuro. No olvidamos en ningún momento que el espíritu de sacrificio y la visión de conjunto es lo que nos lleva a que la colonia salga adelante. Anteponemos el bien común al propio, y eso es algo grande. Nos avalan más de 100 millones de años, años en los que hemos encontrado la manera de trabajar todas para todas, especializarnos, colonizar todos los rincones del planeta a excepción de algunos inhóspitos lugares o sitios como la Antártida, hemos sabido integrarnos en la diversidad conviviendo al menos 20.000 especies diferentes, y en definitiva, nos autoabastecemos y vamos pasito a pasito en busca de lo esencial.
Dime de dónde vengo y te diré a dónde voy... Os podéis preguntar cómo hemos conseguido crecer llegando a los miles de billones, expandirnos aguantando casi cualquier intemperie, tener una organización casi perfecta. Pues bien, el éxito de nuestra familia, generación tras generación, pasa a través de la unión; unidas atravesamos el pasado, y unidas vamos formando los senderos de nuestro presente; presente que nos va encaminando al futuro. No olvidamos en ningún momento que el espíritu de sacrificio y la visión de conjunto es lo que nos lleva a que la colonia salga adelante. Anteponemos el bien común al propio, y eso es algo grande. Nos avalan más de 100 millones de años, años en los que hemos encontrado la manera de trabajar todas para todas, especializarnos, colonizar todos los rincones del planeta a excepción de algunos inhóspitos lugares o sitios como la Antártida, hemos sabido integrarnos en la diversidad conviviendo al menos 20.000 especies diferentes, y en definitiva, nos autoabastecemos y vamos pasito a pasito en busca de lo esencial.
Yo como reina tengo bastante responsabilidad para que todo en la colonia transcurra a la perfección, aunque admiro el trabajo de los míos. Las estaciones del año son importantes, y año tras año nos vamos adaptando a venturas y adversidades.
En este papel de poder me gustaría transmitiros lo que somos, gracias a lo que hemos sido; me gustaría que conocierais qué es lo que acontece dentro de un hormiguero.
Es importante que alguien oiga nuestra historia, porque las hormigas estamos en guerra. Y sólo quedará un hormiguero vivo.
Hormigueros en guerra
La guerra, donde todas mis hijas se enfrentarán a nuestros vecinos. Mordisco contra mordisco, sangre contra sangre. Llegará el día en el que la tierra tiemble bajo nuestros golpes. Nos preparamos para la guerra. Dejadme que os cuente por qué empezó todo. Dejadme que os cuente a qué nos dedicamos ahora....
En el reino de Myrmes, las hormigas han decidido parar sus innumerables combates y decidir la suerte de las distintas familias a una batalla final; nosotros, como jugadores, tomamos el papel de un hormiguero que lucha contra otros (hasta 4 por partida), por hacerse con el control de un jardín, con hongos, agua y otros insectos. El juego transcurre durante tres años, cada uno de ellos formado por 4 estaciones: 3 de ellas normales (primavera, verano, otoño) y una de mantenimiento (invierno), donde sólo se pagará comida.
Durante el juego, iremos criando distintos tipos de hormigas (obreras, nodrizas, soldados) para ejecutar diversas tareas, tanto en nuestro hormiguero como en la superficie. Estas tareas siempre estarán enfocadas a ganar puntos de victoria o a recolectar los recursos necesarios para lograr sobrevivir al duro invierno.
¿Y cómo ganar? ¿Y cómo ganar? La victoria no es individual - pierde o gana el hormiguero entero. Hemos de perseverar, y luchar, ¡hemos de demostrar de qué somos capaces las hormigas!
Los puntos de victoria pueden ganarse al colocar nuestras feromonas en la superficie, eliminar las del rival, matar a otros insectos o cumplir algunos de los objetivos variables que aparecen cada partida.
Distintos tipos de hormigas
Ahora os hablaré de mis hijas, son como yo, en cuerpo y alma. Miles, millones de ellas, son como la sangre de este organismo vivo que es nuestro hormiguero.
En el juego manejaremos cuatro tipos distintos de hormigas: larvas, nodrizas, obreras y soldado.
Las primeras hormigas que crié, las más cercanas a mí, las nodrizas, cuidan de mis crías y hacen que tengamos la cantidad justa de cada tipo de hormiga
Las nodrizas tienen dos funciones principales: por un lado, sirven para criar nuevas hormigas (de cualquier otro tipo), y por el otro, visitan el nido de la reina, donde reciben instrucciones sobre cómo ampliar el hormiguero.
Las obreras son la base de nuestro hormiguero. Fuertes y fiables, lograran su propósito siempre, ya sea por perseverancia o por número.
Las obreras, por otro lado, recorren la superficie realizando múltiples acciones (que veremos a continuación), y también pueden dedicarse a ciertos trabajos dentro del hormiguero.
Y los soldados, que defienden mi hormigueros. Sin ellas, ¿cuantos depredadores no nos habrían atacado ya?
Por último, las hormigas soldado nos serán útiles al retirar feromonas de hormigueros rivales, para matar insectos o para disminuir la cantidad de comida a pagar en invierno.
Los recursos del mundo
Allá, fuera del hormiguero, hay un amplio mundo para que mis obreras recorran. Siempre necesitamos comida. Siempre necesitamos tierra para hacer nuevos hormigueros. Siempre necesitamos piedra...
Los cuatro recursos básicos de Myrmes son:
El hormiguero
Escuchad cómo pasamos un día tras otro. Estas son nuestras actividades. A esto nos dedicamos todos los días, de primavera a otoño, cogiendo fuerzas para invierno.
Para empezar, mis nodrizas escogen a quién criar...
Las distintas fases de cada turno se realizan dentro del hormiguero. Obviaremos por ahora la primera parte, y pasaremos a la fase segunda: las nodrizas. En esta segunda parte, dedicaremos nuestras nodrizas a criar más hormigas; como se puede ver en el tablero, por cada dos nodrizas, obtendremos un trabajador, mientras que hacer dos soldados "sólo" cuesta dos enfermeras y por tres enfermeras nos podemos llevar cinco larvas. Las nodrizas que sobren o que no queramos usar, las movemos al nido de la reina (atelier, en la jerga del juego), donde podremos usarlas en la quinta fase del juego.
Y mis trabajadoras, salen a la superficie a recolectar
La tercera fase es la de los trabajadores, única del juego que no se hace simultáneamente, en la que podremos enviar a nuestros trabajadores a algunas de las siguientes acciones.
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Es importante que alguien oiga nuestra historia, porque las hormigas estamos en guerra. Y sólo quedará un hormiguero vivo.
Hormigueros en guerra
La guerra, donde todas mis hijas se enfrentarán a nuestros vecinos. Mordisco contra mordisco, sangre contra sangre. Llegará el día en el que la tierra tiemble bajo nuestros golpes. Nos preparamos para la guerra. Dejadme que os cuente por qué empezó todo. Dejadme que os cuente a qué nos dedicamos ahora....
En el reino de Myrmes, las hormigas han decidido parar sus innumerables combates y decidir la suerte de las distintas familias a una batalla final; nosotros, como jugadores, tomamos el papel de un hormiguero que lucha contra otros (hasta 4 por partida), por hacerse con el control de un jardín, con hongos, agua y otros insectos. El juego transcurre durante tres años, cada uno de ellos formado por 4 estaciones: 3 de ellas normales (primavera, verano, otoño) y una de mantenimiento (invierno), donde sólo se pagará comida.
Durante el juego, iremos criando distintos tipos de hormigas (obreras, nodrizas, soldados) para ejecutar diversas tareas, tanto en nuestro hormiguero como en la superficie. Estas tareas siempre estarán enfocadas a ganar puntos de victoria o a recolectar los recursos necesarios para lograr sobrevivir al duro invierno.
¿Y cómo ganar? ¿Y cómo ganar? La victoria no es individual - pierde o gana el hormiguero entero. Hemos de perseverar, y luchar, ¡hemos de demostrar de qué somos capaces las hormigas!
Los puntos de victoria pueden ganarse al colocar nuestras feromonas en la superficie, eliminar las del rival, matar a otros insectos o cumplir algunos de los objetivos variables que aparecen cada partida.
Distintos tipos de hormigas
Ahora os hablaré de mis hijas, son como yo, en cuerpo y alma. Miles, millones de ellas, son como la sangre de este organismo vivo que es nuestro hormiguero.
En el juego manejaremos cuatro tipos distintos de hormigas: larvas, nodrizas, obreras y soldado.
Las primeras hormigas que crié, las más cercanas a mí, las nodrizas, cuidan de mis crías y hacen que tengamos la cantidad justa de cada tipo de hormiga
Las nodrizas tienen dos funciones principales: por un lado, sirven para criar nuevas hormigas (de cualquier otro tipo), y por el otro, visitan el nido de la reina, donde reciben instrucciones sobre cómo ampliar el hormiguero.
Las obreras son la base de nuestro hormiguero. Fuertes y fiables, lograran su propósito siempre, ya sea por perseverancia o por número.
Las obreras, por otro lado, recorren la superficie realizando múltiples acciones (que veremos a continuación), y también pueden dedicarse a ciertos trabajos dentro del hormiguero.
Y los soldados, que defienden mi hormigueros. Sin ellas, ¿cuantos depredadores no nos habrían atacado ya?
Por último, las hormigas soldado nos serán útiles al retirar feromonas de hormigueros rivales, para matar insectos o para disminuir la cantidad de comida a pagar en invierno.
Los recursos del mundo
Allá, fuera del hormiguero, hay un amplio mundo para que mis obreras recorran. Siempre necesitamos comida. Siempre necesitamos tierra para hacer nuevos hormigueros. Siempre necesitamos piedra...
Los cuatro recursos básicos de Myrmes son:
- La comida, cubos de color verde; es importante para acciones que nos permitan criar nuevas hormigas; además, cuando nuestro hormiguero alcanza suficiente nivel, se pueden cambiar cubos de comida por puntos de victoria.
- Los cubos marrones representan la tierra: es necesaria para amplar nuestra hormiguero, construir granjas o subhormigueros y para ciertas objetivos.
- Los cubos grises representan la piedra, que nos servirá en los niveles más avanzados del hormiguero.
- Por último, las larvas (cubos blancos). que son las hormigas aún no desarrolladas, pueden cambiarse siempre por comida; además, son necesarias para ciertas acciones.
Almacén de recursos |
Escuchad cómo pasamos un día tras otro. Estas son nuestras actividades. A esto nos dedicamos todos los días, de primavera a otoño, cogiendo fuerzas para invierno.
Para empezar, mis nodrizas escogen a quién criar...
Las distintas fases de cada turno se realizan dentro del hormiguero. Obviaremos por ahora la primera parte, y pasaremos a la fase segunda: las nodrizas. En esta segunda parte, dedicaremos nuestras nodrizas a criar más hormigas; como se puede ver en el tablero, por cada dos nodrizas, obtendremos un trabajador, mientras que hacer dos soldados "sólo" cuesta dos enfermeras y por tres enfermeras nos podemos llevar cinco larvas. Las nodrizas que sobren o que no queramos usar, las movemos al nido de la reina (atelier, en la jerga del juego), donde podremos usarlas en la quinta fase del juego.
Tablero individual |
Y mis trabajadoras, salen a la superficie a recolectar
La tercera fase es la de los trabajadores, única del juego que no se hace simultáneamente, en la que podremos enviar a nuestros trabajadores a algunas de las siguientes acciones.
- Trabajar en el propio hormiguero: Es posible colocar una y sólo una hormiga en cada una de las casillas a la derecha del hormiguero, siempre que hayamos alcanzado el nivel adecuado. Como podéis ver en la imagen, estas casillas permiten obtener cubos gratis, excepto la última, que permite cambiar un cubo de comida por 2 puntos de victoria.
- Salir al exterior: En este caso, la hormiga trabajadora se pierde en cuanto se acabe el turno. En el exterior, puede moverse hasta tres casillas, y realizar alguna de las siguientes acciones:
- Colocar una ferormona: Estas ferormonas se colocan sobre el tablero, siempre que haya una casilla libre. El tipo de feromona que se puede colocar depende del nivel del hormiguero. El nivel inicial sólo permite colocar feromonas de dos casillas, que no conceden puntos de victoria; niveles superiores permiten colocar feromonas más grandes, que dan puntos de victoria en cuanto son puestas en el tablero. Además, por cada casilla que se "pise" con la feromona, se coloca un cubo del color del terreno pisado. Los hongos no otorgan cubitos. Moverse de una casilla con feromona a otra es gratis. Los cubos colocados sobre ellas se recogen durante la fase 4, de "cosecha". Las feromonas siempre han de colocarse de tal manera que estén en contacto con algo que ya hayamos colocado anteriormente: una feromona, la salida inicial del hormiguero, alguna salida adicional que hayamos construido, etc.
- Quitar feromonas: Se pueden quitar feromonas tanto propias como del rival, siempre que no queden cubitos sobre ellas. En cualquiera de esos casos hay que pagar 1 cubo de madera por cada feromona eliminada; si son del rival, además, hay que pagar un soldado por el mero hecho de pisar la feromona rival. Al quitar una feromona rival que tenga puntos dibujados, éstos se ganan (pero el jugador que la puso no los pierde).
- Atacar a otro insecto: En el tablero se colocan insectos al comenzar la partida: mariquitas, arañas y termitas. Cada uno de ellos se puede "derrotar" llevando un trabajador a esa casilla y pagando el coste en soldados apropiado para ese insecto. Derrotar un insecto tiene varias ventajas: para empezar, puede desbloquear un camino; además, conceden puntos de victoria y comida al ser derrotados.
- Construir una granja/subcolonia: Es posible construir, si nuestro hormiguero tiene el nivel apropiado, una granja o una subcolonia. Las primeras otorgan recursos todos los turnos en la fase de cosecha, mientras que los segundos, en esa misma fase de cosecha, otorgan puntos.
La cuarta fase es la de cosecha, en la que podremos llevarnos un cubo (¡y sólo uno!) de cada una de las feromonas que aún tengan alguno disponible, además de los puntos y cubos extras por las granjas y subcolonias.
La quinta fase es la del nido de la reina, donde podremos usar las nodrizas sobrantes en alguna de las siguientes acciones:
- Criar una nueva nodriza: Indispensable para el crecimiento de nuestro hormiguero, tienen un coste expresado en cubos verdes y blancos.
- Mejorar el nivel del hormiguero: Necesario para realizar cada vez acciones más potentes; el coste suele ser una combinación de cubos de distintos tipos.
- Crear una nueva salida para el hormiguero: Con esta acción no solo ganaremos una nueva salida, también recibiremos un cubo de tierra.
- Cumplir objetivo: Al principio de la partida se sacan 6 objetivos, dos de cada uno de los tres niveles existentes. Estos objetivos suelen ser alcanzar un cierto número de fichas de feromonas colocadas vacías, o un cierto número de larvas o distintas combinaciones de cubos. Si estamos en condiciones de satisfacer alguno de estos objetivos, podemos colocar nuestra nodriza en él, e ingresaremos 6, 9 o 12 puntos, según el nivel del objetivo. Una vez que algún jugador haya cumplido un objetivo, recibirá puntos extra si otro jugador cumple el mismo objetivo en un turno posterior.
Desgraciadamente, la capacidad del hormiguero no es infinita.
La sexta fase es la de "descarte", donde debemos deshacernos de cubos hasta alcanzar el tope de almacenamiento de nuestro hormiguero (4 inicialmente; 6 para hormigueros de nivel dos o superior).
¡El invierno se acerca! Pronto, hay que sacar las reservas.
La septima fase, sólo se da en otoño, y consiste en pagar el precio del invierno - 4, 5 o 6 cubos verdes, según el año de juego. Por cada soldado de que dispongamos podemos reducir en uno el número de cubos verdes a entregar. Se pueden canjear 3 larvas por uno de comida. Se perderán 3 puntos de victoria por cada comida no satisfecha.
Los eventos
En toda guerra siempre hay azar. Nunca sabes si va a llover justo cuando mandas a una nueva reina a construir un hormiguero. Nunca sabes cuando va a caer una hoja de un árbol, y aplastar a una de nuestras mejores hormigas. El azar es parte de la guerra.
Estamos en condiciones ahora de explicar la primera fase del turno. En cada estación se tira un dado, que nos marcará cual es el evento de ese turno; básicamente, alguna regla del juego se alterará. Por ejemplo, hay eventos que permiten mover seis casillas en vez de tres, o eventos que nos dan un punto de victoria por cada punto conquistado esa estación. Cada jugador puede pagar tantas larvas como quiera para desplazar a izquierda o derecha el indicador de evento y que a él, particularmente, se le aplique otro.
Epílogo
Así funciona nuestro hormiguero. ¿Lo sabéis ya? A lo mejor lo sabéis de una forma intelectual, no como una hormiga. Para una hormiga, casa es un conjunto de olores; casi no vemos, pero nuestro olfato es envidiable.
Pero se acerca el siguiente año, y pronto habrá combates. Morirán muchas de las nuestras, pero no importa; lo que importa es que si sobrevivo yo y algunas cuidadoras, tenemos suficiente para reconstruir todo.
Sangre y mordiscos. Mordiscos y sangre. La guerra ha comenzado. ¿Nos llevarás a la victoria, humano?
En toda guerra siempre hay azar. Nunca sabes si va a llover justo cuando mandas a una nueva reina a construir un hormiguero. Nunca sabes cuando va a caer una hoja de un árbol, y aplastar a una de nuestras mejores hormigas. El azar es parte de la guerra.
Estamos en condiciones ahora de explicar la primera fase del turno. En cada estación se tira un dado, que nos marcará cual es el evento de ese turno; básicamente, alguna regla del juego se alterará. Por ejemplo, hay eventos que permiten mover seis casillas en vez de tres, o eventos que nos dan un punto de victoria por cada punto conquistado esa estación. Cada jugador puede pagar tantas larvas como quiera para desplazar a izquierda o derecha el indicador de evento y que a él, particularmente, se le aplique otro.
Losetas de objetivos |
Epílogo
Así funciona nuestro hormiguero. ¿Lo sabéis ya? A lo mejor lo sabéis de una forma intelectual, no como una hormiga. Para una hormiga, casa es un conjunto de olores; casi no vemos, pero nuestro olfato es envidiable.
Pero se acerca el siguiente año, y pronto habrá combates. Morirán muchas de las nuestras, pero no importa; lo que importa es que si sobrevivo yo y algunas cuidadoras, tenemos suficiente para reconstruir todo.
Sangre y mordiscos. Mordiscos y sangre. La guerra ha comenzado. ¿Nos llevarás a la victoria, humano?
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