Pastiche, un juego para 2-4 jugadores diseñado por Sean D. MacDonald e ilustrado por muchos genios de la pintura. Publicado en 2011.
Volvemos con las reseñas completas para intentar pintar una reseña sobre Pastiche, un colorido juego que nos reencuentra con grandes obras maestras y sus autores, en una mezcla de pinceladas que nos envuelve ¿Nos acompañáis?
Componentes
Lo primero que hay que comentar es que existen dos ediciones de Pastiche: la original y la internacional. Nosotros tenemos la original, así que es la que podemos valorar.
Los componentes son preciosos, y además, de muy buena calidad.
Ya solo la caja destaca por su peso y solidez; al tenerla entre las manos uno siente el peso de la calidad :) De tamaño intermedio, se hace querer en las estanterías. El interior trae compartimentos para los componentes, y una bolsa zip para tener los hexágonos en la zona central; está muy bien y no da excesiva sensación de aire; lo único, que las cartas sobresalen un pelín de los huecos, parece que al inserto le falta un poco de profundidad, y corren peligro de desparramarse un poco. Esto último se ha corregido en la versión internacional.
El tablero es realmente bonito; tiene una sencillez que a la vez le hace grande... ¡nos gusta! De todos modos hay que reconocer que sería prescindible, porque sirve únicamente para tener los montones de cartas de colores ordenados, y por poder, se podrían colocar en la mesa sin más. Pero el juego perdería mucho sin él... proporciona ambientación y temática, y hace que jugar sea mucho más agradable. ¡Un acierto! Lo único que echamos de menos, ya que se decidieron por el tablero, es un marcador de puntuación en él; por ejemplo, habría quedado bonito bordeando la paleta; así cada jugador podría ver cuántos puntos llevan todos sin necesidad de tener que contarlos. ¡Una pena su asuencia!
 |
| Tablero |
 |
| Reverso de las cartas de colores |
Los cuadros que han de pintarse son, sencillamente, preciosos - grandes obras de grandes artistas. El tacto es muy bueno, de cartón grueso, de calidad y con buen acabado. Y si las cartas nos hacían un poco más bilingües, los cuadros nos permiten disfrutar de la pintura, saber quién ha pintado la obra, la época en que lo hizo y en qué museo se encuentra. Toda una joyita en este sentido para los que le guste el tema. ¡Ojalá hubiera más! No es que haya pocos (hay 34), pero saben a poco :)
El único comentario con los cuadros es que hay un error: Winslow Homer no es francés, es estadounidense. Además, tenemos la sensación de que en general, puntúan más los cuadros más modernos en el tiempo, sin que tengan que ser por ello los mejores.
Del mismo tamaño y calidad que los cuadros, está la ayuda de juego (mezcla de colores y secuencia del turno), que es muy útil. Y es que hasta que te acostumbras a de qué mezcla sale cada color lleva su tiempo.
Los hexágonos también están formados de troquel de calidad, en concordancia con el resto.
El reglamento es corto y sencillo de entender y viene con ejemplos de juego, aunque comentan que está mejor explicado en la versión internacional.
Entre las modificaciones de la versión internacional, se añaden dos caballetes por jugador para colocar los cuadros. Es una pena que no los tengamos, porque quedan preciosos. Creemos que se pueden conseguir por separado.
¿A que juego se parece?
La temática de pinturas hace pensar en Fresco, pero los parecidos acaban ahí; Fresco es un euro clásico centrado en las acciones, mientras que Pastiche es un juego, sobre todo, de gestión de cartas. Otro candidato, por tema, sería Bauhaus (reseña aquí) pero este juego no tiene nada que ver con el arte, excepto en el nombre. Otros juegos de arte serían Modern Art (aún no lo hemos probado), y tampoco tiene nada que ver en cuanto a mecánica.
Mecanismos y otros comentarios:
CÓMO se JUEGA: Si queréis sumergiros en la ambientación y el funcionamiento del juego de la mano de un pintor que se deja llevar por un sueño, pulsad aquí.
El setup es rápido y sencillo, ya que como no hay que barajar las cartas, se pueden guardar agrupadas facilitando todo; en un par de minutos puedes estar jugando.
La mecánica básica del juego es la gestión de una mano de cartas, que se hace de modo visible. Así, cada jugador colocará un hexágono, y con las mezclas que se formen, ganará colores que podrá intercambiar con otros jugadores o con el tablero, y que utilizará para ir pintando cuadros que otorgarán puntos de victoria.
En este sentido, el juego no aporta una mecánica rompedora, pero es cierto que los juegos de colocación de hexágonos para ganar materiales tampoco son muy comunes. La mecánica es agradable, fácil de entender y se presta a que cualquiera juegue.
Una mecánica que lleva implícita es la de negociación, pero desde luego que no es el fuerte del juego. Puede ser interesante a 3 o 4 jugadores el intercambio de colores, pero lo que es a 2 no se tiene muy en cuenta.
En el lado negativo, si se aspira a la perfección el juego puede dar lugar a análisis-parálisis que va aumentando al avanzar la partida; por un lado, porque cuantos más hexágonos se colocan, tendrás más potenciales combinaciones para colocar el tuyo en el próximo turno (y hay que mirar qué colores dan qué), y no solo hay que pensar en tu jugada, sino pensar si hay algo que pueda fastidiar al otro, o al menos, no beneficiarle en exceso (recordamos que salvo los 2 cuadros de la mano, todo lo demás es siempre visible para todos); por otro lado, como la partida acaba cuando alguien llegue a los 45 puntos en cuadros y luego se suman puntuaciones extras, hay que calcularlas antes de cerrar para beneficiarte tú, y es más lioso ante la carencia de marcador de puntuación.
En relación a la interacción, no es un juego que especialmente destaque por ella, aunque exista en cierto modo. Detalles como poder intercambiar un cuadro de tu mano por uno de la mesa, el colocar de una u otra forma o el pequeño elemento de negociación son herramientas que la fomentan, pero en ningún caso es un juego con una interacción alta.
Cuentan las malas lenguas que si el jugador que te precede es alguien bastante novato, puede beneficiarte por ejemplo al dejártelo en bandeja para que con tu hexágono puedas conseguir un primario por combinar 3 colores iguales; y por ello en algunos sitios se recomienda jugar mejor a dos jugadores (aunque a 2 jugadores también se puede dar). De todos modos, a pesar de que hay que cuidar estos detalles a la hora de jugar para no beneficiar gratuitamente al otro, no hay que perder la perspectiva de que apenas tiene curva de aprendizaje y no parece que esto vaya a ser en general un gran problema a lo largo de las partidas.
¿Es un juego díficil? Está claro que no. De hecho, es un juego de reglas sencillas fácil de aprender, pero con una cierta complejidad a la hora de colocar. Si a eso unimos un tema y unos componentes atractivos, además de un cierto aire didáctico, podemos estar hablando de un buen juego de iniciación al mundillo.
Como ya hemos ido desmenuzando, nos encontramos ante un juego muy bonito que se gana el adjetivo de familiar. Es entretenido, aunque no divertido en exceso, y está pensado para que te dejes llevar y disfrutarlo, más que para calcular todos los movimientos en sí. Además, ese aire didáctico (pintura, cómo se mezclan los colores...) lo hace apto para grandes y pequeños. Si lo tuviéramos que describir con una sola palabra, ésta sería agradable :)
Si tienes familiares o amigos aficionados al arte y a los que quieres iniciar en el mundo lúdico - no lo dudes, este es tu juego. En caso contrario, de cara a un público más experimentado, nuestro consejo es que lo pruebes si tienes oportunidad primero, porque tampoco es un juego especialmente innovador.
Sin embargo, es cierto que a medida que compras y pruebas juegos eres más selectivo a la hora de llenar las estanterías, pero en estas siempre hay cabida para 2 tipos de juegos: los considerados juegazos, y aquellos que se ganan el espacio por tener un toque especial y acogedor, y Pastiche, especialmente la edición internacional, se puede encuadrar en este último grupo.
Cojamos paleta y pincel, y pongámonos manos a la obra :)
Página de la editora (no tiene mucha información)
Manual de instrucciones oficial (inglés)
Manual traducido por Raquel Puerto en la BGG
ENCUESTA: Valora este juego
Y si tienes un ratito... ¡rellena la encuesta sobre el juego para saber tu opinión!
Y si tienes un ratito... ¡rellena la encuesta sobre el juego para saber tu opinión!
Me gustó sobre todo por el tema. La mecánica de colocar losetas me pareció un poco farragosa, y te hace tirarte toda la partida consultando la ayuda a ver qué color sale de cada mezcla. Es una cosa bastante loca, la verdad, y que me hace descartarlo un poco para no jugones. Y sin embargo para jugones se queda en poca cosa...
ResponderEliminarAún así, no me disgusta; hay temas que le pueden a uno... :D
Yo no he jugado, pero he de decir que lo he tenío en las manos y flipé con la calidad de la caja. De las mejores q he visto en el hobby xD
ResponderEliminarGrandes las dos partes de la reseña.
ResponderEliminarA mi es de estos juegos que me llaman mucho, porque son de complejidad media y muy atractivos a la vista.
Y la mecánica de formación de colores con las losetas me parece bastante original y divertida, aunque es cierto que debe ser un tanto liosa en ciertos momentos.
Me gustaría probarlo, la verdad.
Gracias Kikaytete!!!! :)
ResponderEliminarYa nos contarás qué te ha parecido si consigues probarlo. ¡Un saludo!
Pesa que no veas la jodía caja, jajaja
ResponderEliminar¡Zankius por comentar, y por supuesto, por pasarte!
Sí, lo de ir mirando la chuleta de los colores es un poco rollazo, aunque supongo que con las partidas algunos te los vayas aprendiedno, pero hay temas que te envuelven, y contra eso hay poco que hacer :)
ResponderEliminar¡Un saludo Lethan!
¡Hola!
ResponderEliminarPerdona el retraso, que andamos muy liados. Te escribimos al email mañana.
Un saludo,
Jamuki